domingo, 15 de febrero de 2015

Dos velas frente a 50 sombras

No he leído el libro de 50 sombras de Grey, tampoco creo que vaya a ver la película, pero creo que la historia va sobre un tipo que por lo visto tras alguna que otra relación sexual no muy ortodoxa (por decirlo de alguna manera) se queda un poco "pillado" con el tema y necesita cada vez más mantener relaciones de digamos cierta intensidad; en una de estas engatusa a una joven y la inicia en su mundo de fantasías sexuales, dominaciones y búsqueda del placer. 

Que me perdonen los seguidores de la saga si ando descaminado en lo que creo he entendido es el argumento; como ya he dicho no he leído ninguno de los libros ni vista la película y como el tema no me atrae mucho no creo que vaya a hacerlo. Tampoco lo critico abiertamente, para gustos los colores, aunque si alguno tiene interés en conocer mi opinión sobre el tema puede preguntarme por email y encantado le puedo explicar porque entiendo que este tipo de relaciones y esta concepción de la sexualidad no llevan a nada bueno. 

Mi reflexión va por otro lado; y es que me llama poderosamente la atención que se haya asociado tan directamente el estreno de esta película, y la trama de la saga con la celebración del día de los enamorados. A lo mejor ando un poco desfasado, pero entiendo el amor como algo muy distinto a lo que me parece que ocurre en esta película. 

Esta mañana me he despertado y como casi todas las mañanas me he quedado un rato en la cama pensando qué vamos a hacer hoy mientras mis hijos veían los dibujos animados en la tele del salón y mi mujer dormía a mi lado. "Es el día de los enamorados", me he dicho a mí mismo, "habrá que preparar algo especial". Así que he pensado que después de desayunar vamos a ir mis hijos y yo a un centro comercial cercano a comprar unas velas y algo de comida para preparar la cena; y de paso les explico que hoy se celebra el día de los enamorados y que como papá y mamá se quieren tanto vamos a preparar una cena especial para celebrarlo cuando ellos se hayan ido a la cama a dormir; papá preparará la cena y pondrá dos velas en la mesa que muestran el amor que nos tenemos y que ilumina toda nuestra vida, un amor que por cierto no deja de acrecentarse y de crecer cada día que paso al lado de mi maravillosa mujer y que, al menos en nuestro caso, no necesita de "sombras" que lo alimenten.

Algunos afirman que este tipo de películas les ayuda en sus relaciones porque les aumenta la libido y se sienten más atraídos por sus parejas. Yo por mi parte cada día encuentro a mi mujer más irresistiblemente atractiva cuando la veo arropar a nuestros hijos y darles un beso de buenas noches, o cuando la veo hacerse cada vez más fuerte al pasar juntos por las pequeñas pruebas que nos va presentando la vida para que podamos crecer en nuestro amor...en fin igual como os decía antes estoy un poco desfasado pero creo que una cena romántica a la luz de las velas junto con la mujer que sabes va a pasar el resto de la vida (y de la eternidad si me apuras) contigo resulta más romántica que una historia de fantasías y deseos sexuales insatisfechos que poco se asemejan al verdadero amor.

Y por eso yo prefiero DOS VELAS A 50 SOMBRAS.

martes, 10 de febrero de 2015

Educar sin gritos

Interesante artículo que me he encontrado hoy en ABC.es que nos ofrece unas claves para educar a nuestros hijos sin recurrir a los gritos.

Pincha en la imagen para acceder al artículo.